Adobe ha anunciado esta semana que a partir del 1 de agosto las aplicaciones flash que tomen ventaja de ciertas características "más avanzadas" del flash playe 11.2 (aceleración por hardware Stage3D y "domain memory") tendrán que pagarle un 9% de sus ingresos. Las aplicaciones que se hayan desarrollado antes del 31 julio no tendrán que pagar ese 9%.
El imponer el pago de una cantidad del dinero ganado a través de la aplicación, y no dar opción a una licencia en la que se pague una cantidad de dinero fija, supondría para Adobe una cantidad considerable de ingresos si una aplicación tiene mucho éxito, al estilo de Angry Birds.
Por otro lado, teniendo en cuenta que al usar estas características avanzadas un desarrollador va a perder prácticamente el 10% del importe de las ventas de su aplicación, no es descabellado tensar que este movimiento lleve a más gente a dejar de usar las herramientas de Adobe. Al menos las basadas en flash. Y según alguna gente, precisamente esto es lo que puede estar pretendiendo Adobe: alejar a la gente de flash y llevarla hacia HTML5, que parecía ser la nueva estrategia de la compañía, aunque después de este movimiento ya no está muy claro qué es lo que pretenden.