Cada nueva funcionalidad en un entorno complejo requiere la comprobación en multitud de situaciones diferentes, se puede tardar horas e incluso días en probar todos los caminos posibles. De este punto se derivan dos cosas, primero mantén el sistema lo más sencillo posible, cuantas más cosas se hagan más probabilidad de error y más checks tendrá tu plan de pruebas. Segundo, se un obseso de la reutilización y minimización de elementos (código fuente por ejemplo) que forman parte de tu sistema. Elimina todo lo superfluo, optimiza al máximo.
Tu calidad de vida profesional es inversamente proporcional al número de líneas de código fuente que tendrás que mantener.
Artículo extraído de del blog de Ramón Arnau.
Nota: noticia enviada por @ramonchu