Microsoft acaba de anunciar que va a comprar Nokia, o al menos la mayor parte de la compañía: toda su sección de Dispositivos y servicios para negocios, las licencias de patentes, y toda la división de mapas de Nokia. Microsoft va a pagar 3790 millones de euros por la división de Nokia encargada de dispositivos y servicios, y 1650 millones de euros por las patentes. El precio total de la compra es por tanto 5,440 millones de euros.
Según las compañías, este movimiento ha sido "de mutuo acuerdo" y cuenta con la aprobación de los boards de ambas compañías. La intención de ambas compañías es ejecutar esta operación en el primer trimestre de 2014, aunque la operación tiene que ser aprobada por los accionistas de Nokia y debe contar con la aprobación de varias autoridades legales europeas y estadounidenses.
Esta compra sin duda se trata de un último y desesperado intento por parte de Microsoft de conseguir que Windows Phone no sea un fracaso. Y probablemente esté relacionada con el reciente anuncio de que Steve Ballmer va a dejar de ser el CEO de Microsoft.